Homenaje a la muerte y a la mentira (crítica)

“Homenaje a la muerte y a la mentira”

Por Javier del Valle

Especial para El Vocero

¿A qué nos enfrentamos realmente cuando hablamos de la muerte y la mentira? Con la primera experimentamos miedo, soledad, frustración, zozobra o consuelo; con la segunda sentimos decepción, sospecha, inseguridad o rabia. Cuando las representamos en el escenario toman matiz de expiación y complicidad.
La diversidad de formas y discursos en las artes se hace patente en las muestras colectivas que nos permiten ver lo que provoca a nuestros creadores contemporáneos.
A lo largo de la pasada semana, se llevó a cabo el “Homenaje a la muerte y a la mentira” en el activo Café Teatro Araba de Santurce y la Casa Aboy. Este encuentro interdisciplinario reunió artistas experimentales del teatro, la danza, el vídeo, la plástica y el performance, quienes tantearon con más o menos profundidad y destreza, sobre los temas la muerte y la mentira.
De la extensa jornada, pudimos presenciar algunos de los trabajos teatrales, tratando de descifrar algún patrón, tendencia o novedad, dentro de la búsqueda estética o de contenido entre las propuestas. Vimos de todo. Desde artistas que buscan un nuevo lenguaje sin aderezos ni pretensiones, hasta refritos con discursos y tratamientos anquilosados.
En “El interior de las almohadas” el autor Rojo Coquí Robles, reinterpreta el cuento de Horacio Quiroga “El almohadón de plumas”. Robles demuestra un amplio dominio del lenguaje y la imagen, pero cae con facilidad en lo recargado. Sobresale la actuación de Lixandra Merced.
Otra de las propuestas que merece mención especial es el fragmento de “¡Oh, natura!” de la dramaturga Sylvia Bofill. La autora pudo exponer con éxito parte de un trabajo en proceso que juega con ironías y contradicciones de la naturaleza humana. El público acogió con euforia lo que, si pinta como madura, será un excelente texto teatral.
Una de las propuestas que resultó mas completa, entre las que pudimos presenciar, lo fue “Lo tenemos en el sistema” por el grupo Jóvenes del ‘98. De manera simple y creativa los actores retratan la cotidianidad regida por los intereses comerciales.
Vale resaltar que el publico abarroto Araba cada noche, lo que constituye un logro para estas fechas festivas. Este encuentro permitió la interacción entre artistas de varias generaciones.