03 enero 2008

RESUMEN TEATRO 2007

Resumen sobre la activiad teatral 2007
(Siempre se queda algo y no todos estarán complacidos)

Por Javier del Valle
Especial para El Vocero

La actividad teatral boricua parece ir por dos caminos. Por un lado vemos cierta “timidez” ante la producción de eventos en las grandes salas donde abundan propuestas un tanto convencionales, mientras por el otro crece la oferta en espacios pequeños, que algunos se empeñan en llamar “alternativos”.
Durante este año continuaron dadas de baja tres principalísimas salas del país que se encuentran en proceso de regeneración. El Teatro Tapia del Viejo San Juan, La Perla de Ponce y el Yagüez de Mayagüez parece que andarán un largo camino antes de levantar sus telones. En Luquillo las candilejas del Centro de Arte y Cultura volvieron a brillar a mediados de este año, para fundirse con la misma intensidad. A pesar de la reapertura a finales del pasado año del Teatro Universitario en Río Piedras, los productores aún no ven con confianza la producción en el mismo debido a las protestas estudiantiles.
Sumemos a este renglón, la alegada inconformidad de los productores con la administración del Centro de Bellas Artes Luís A. Ferré. Se quejan del aumento de costos y requerimientos. Aunque los informes arguyen mayor bonanza económica durante el pasado año fiscal, sus salas han permanecido cerradas o vacías la mayoría del año, atestiguando una merma en la bonanza cultural.
Los pequeños espacios han llevado la carga principal al momento de sostener una oferta de alto valor estético y de contenido. Taller Cé, Café Teatro Araba, Teatro Diplo, Taller Estudio Yerbabruja, Casa Cruz de Luna, Café Seda, Niuyorican Café, Ateneo Puertorriqueño, Coribantes y Teatro La Camándula son los lugares preferidos y rentables para los nuevos creadores.
La variada cartelera incluyó una saludable diversidad de géneros y estilos con múltiples niveles de calidad. Entre el paraíso de los recuerdos y el país del olvido nos hemos paseado durante casi doce meses de actividad escénica. Trataré en lo posible de recordar los momentos que entre agradables asombros, divertidas risas, lágrimas disimuladas, contenidos bostezos, incontrolables cabeceos e irrepetible vergüenza disfruté o sufrí esta jornada de 2007.
La peor noticia nos tocó temprano. El 8 de febrero perdimos al dramaturgo nacional Francisco Arriví Alegría, padre y pilar del teatro moderno puertorriqueño. Tras la sensible pérdida se dedicó el Cuadragésimo octavo Festival de Teatro Puertorriqueño (ICP) a la memoria del escritor.



La creatividad y arrojo estético del director Aravind Enrique Adyantaya salvó la pobre oferta del mencionado festival, dedicado en su mayoría a la danza. Su puesta de “El Piano” basada en cuentos de José Liboy Erba rompió con cánones propios de ofertas festivaleras.
De especial recordación fue el trabajo actoral de la dupla compuesta por Axel Anderson y Jaime Bello en la comedia dramática “Los martes, a la una”. Los actores se hermanaron en un memorable un ‘tour de force’ dirigido por Gilberto Valenzuela. Otro logro interpretativo fue el alcanzado por Johanna Rosaly en “La mamá de David”. Sin lugar a dudas la actriz nos regaló momentos que atesoraremos por siempre. Este drama sobre la madre de un niño autista es un generoso texto de Bob Randall, magistralmente dirigido por el mismo Valenzuela. No olvidemos “Pequeños crímenes conyugales” con Cordelia González y Daniel Lugo, se convirtió en otro de los grandes festines actorales.

El stand up comedy encontró terreno fértil durante todo el año. Los veteranos Raymond Arrieta y Luís Raúl encontraron la fórmula ganadora al juntar sus talentos en “El bello y la bestia”. Han realizado decenas de funciones a casa llena con su concepto cómico. Con menos presupuesto, pero con igual empuje, nos deleitaron con su astucia escénica los comediantes Carlos Ambert y Roy Sánchez Vahamonde, que despuntan en el difícil arte de la improvisación cómica.
Varios esfuerzos unipersonales nos dejaron buen sabor por su contenido y por sus bien logradas interpretaciones. Raulito Carbonell lucio su versatilidad en “¿Divorciarme yo?” mostrando una vez más que es uno de los actores mas completos de nuestras tablas. “La mujer Invisible” de Nancy Millán también nos cautivó por lo completa de su propuesta escénico-musical.
El teatro musical también encontró lugar con el montaje de la mega producción Grease protagonizada por jóvenes talentos de un “reality show” televisivo. El vestuario de Ana Ramírez fue un gran acierto. Podemos sumar a este renglón la colorida presentación de “Alicia” del grupo español Réplika y el hermoso infantil “Los músicos de Bremen”, dirigido por Joselo Arrollo.
Tomándole el gusto a las noticias agradables, por fin se hizo realidad luego de una lucha de años, la inauguración del Teatro Victoria Espinosa, antiguo Music Hall en Santurce. Este espacio ha acogido desde el pasado octubre trabajos de valioso contenido, dentro del marco del Cuadragésimo tercer Festival de Teatro Internacional del ICP. “Un número”, “Fat Pig” y “Ciudadano Cero” se convirtieron en experimentos dignos de estrenar el renovado espacio.
Una de las grandes lecciones que debemos aprender los teatreros es la importancia de la publicidad y el mercadeo de lo que se supone sea una industria con posibilidades. Muchas propuestas con poco que decir, coparon los medios logrando rentabilidad. Incluyamos a “Zanahorias” con Denisse Quiñones“, ¿Por qué los hombres aman a las cabronas?”, “Amor en La Hamaca” (perdí la cuenta), “Asesinas de Boutique” y “De-generación ochenta y pico”.
Existen algunos detallitos que deben entrar en este recuento: la sensibilidad y hermosura de “De Flores y estrellas” (Festival Caguas) de Lauryliz González; la constancia en el trabajo de iluminación de María Cristina Fusté; la entrega y seriedad del joven escritor y director Antonio Morales y su grupo Viviendo el arte de Llorens Torres.
Esperemos que en el 2008, el delirio político, tan teatral en nuestro pueblo, no le robe el empuje a la escena nacional boricua. Desde ahora los dramaturgos y cómicos deben enfilar sus ideas para sacarle partido al ano eleccionario que se avecina.

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