“Al final de la calle” (reseña)

Atentado nacionalista como marco teatral
(Foto de EL VOCERO/ Alex Rafael Román)
Por: Javier del Valle
Especial para EL VOCERO

El pasado mes de marzo dio inicio el Cuadragésimo Noveno Festival de Teatro Puertorriqueño organizado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). Como todos los años, se dedica a alguna figura cimera de nuestros escenarios. Este año se rinde honor al dramaturgo Gerard Paul Marín, a quien se le homenajeó durante la apertura de la celebración del teatro nacional.

Luego de los actos protocolares, y durante todo el fin de semana, se escenificó el drama de Marín “Al final de la calle”, en el Teatro Francisco Arriví en Santurce.

El ataque nacionalista del 30 de octubre de 1950 al Palacio de Santa Catalina, sirve de punto de encuentro a tres historias tan diversas como cercanas. En tres localidades del final de la calle, viven seres con experiencias no relacionadas. Un militante nacionalista junto a su joven esposa embarazada, se debate entre el deber patriótico y el familiar; una joven sufre el maltrato de su manipuladora tía que la priva del amor; una anciana espera el desahucio mientras se halla encerrada en su mundo de fantasías, viviendo del recuerdo de una aristocracia a la que ya no pertenece. Los enfrentamientos armados entre nacionalistas y la policía impactan el devenir de cada historia.

El autor se vale de un hecho histórico para mostrar varias caras del Puerto Rico de mediados de siglo 20. Cohabitan la lucha armada, la enajenación, la represión y la pobreza, justo a la puerta de La Fortaleza. Gerard Paul Marín merece mayor justicia dentro de la historia de las letras y el teatro en Puerto Rico. Su nombre debe honrarse junto con el de Marqués, Arriví, Méndez Ballester y Rechani Agrait.

La pieza dirigida por Dean Zayas, es protagonizada por Idalia Pérez Garay, Luisa de los Ríos, Belén Ríos y Yinoelle Colón, acompañadas por Miguel Difoot, Xavier Franco Muller, Randy Calzada y Jonathan Cardenales.Miguel Vando diseña la escenografía y el vestuario; Toni Fernández está a cargo del diseño de luces; la utilería es de José Manuel Díaz, y la producción de Producciones Acrópolis.