La última (es)cena (reseña)

Decadencia y muerte en “La última (es)cena”
Por: Javier del Valle
Especial para EL VOCERO

La búsqueda de espacio para una propuesta artística arrojada, es un camino escabroso tanto para los que se inician, como para los que tienen lugares ganados. Si la idea cuestiona el arte, sus formas, sus posibilidades, sus gestores o patrocinadores, es menester diferenciar entre la reflexión cándida y la demanda soberbia. En este caso opto por la primera.

En “La última (es)cena” montaje que ocupara el pasado viernes el escenario del Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, el cuestionamiento existencial y artístico tuvieron su foro. Escrita, dirigida y producida por Gazir Sued, la experimental pieza que mezcla el cine y el teatro, enfila su mirada hacia varios objetivos.

Por un lado un viejo locutor radial interpretado por Jalil Sued, cuenta desde su pobreza, soledad y desplazo, la historia de “Emil” (José Luis Gutiérrez), un joven escritor que intenta conseguir apoyo para el financiamiento de su película. Paralelo a esa acción escénica, se proyecta el filme en cuestión, como intentando materializar las ideas. La pérdida, la muerte y el desplazo invaden el escenario dominado por la imagen de un tétrico cementerio. Los personajes del filme se manifiestan desde la decadencia y la muerte.

Sued intenta en esta puesta de tres horas y media de duración, analizar con humor la banalidad de las razones para el rechazo que sufre su protagonista. Empresarios, publicistas y productores le sugieren a “Emil” en su peregrinación financiera, a recurrir a la brevedad, el sexo, sensacionalismo, sensibilidad y simpleza del lenguaje. Este rechaza con decepción y espanto las propuestas. Sus personajes están cargados de decepción, vacío soledad y muerte. La crudeza de esa realidad los adentra en una metáfora de muerte.

“La última (es)cena” es una oferta creativa, rica en imágenes y con un trabajo cinematográfico hermoso y bien cuidado, también dirigido por el autor. El lenguaje, alejado de todo realismo, está colmado de poesía. Ante una de cal, otra de arena: la obra es innecesariamente larga; critica la explotación del sexo en pantalla de modo gratuito mientras lo resalta en su producto; cambia por completo su estilo y acercamiento estético durante el segundo acto; se torna rebuscada entre ratos, provocando la distracción de lo fundamental. Quizás debió tomar algunos consejos de sus personajes que intentaban decirle algo desde el papel.

El resto del elenco está compuesto por Héctor “Koko” de Jesús, Leonardo Castro Sitiriche, Alba Cancel, Marinellie González, Cecilia Argüelles, Yoel Nazario, Gabriela Jiménez, Yan C. Collazo, Sebastián Baty Paz, Joksan Ramos, Jerry Ferrao, Alex J. Andino, Gabriela Ruiz, Sasha Ramírez, Onellys Carrasquillo, Patricia Ortiz y Cristina Ortiz.

Apostamos por un brillante futuro de este artista quien con “La última (es)cena”, nos presenta una respetable ópera prima.