08 noviembre 2007

EL BELLO Y LA VESTIA (Crítica teatral)

Remozada secuela de "El bello y la bestia"
Por: Javier del Valle
Especial para EL VOCERO
La máxima del espectáculo que reza que segundas partes nunca son buenas vuelve a fallar. El binomio Raymond-Luis Raúl impactó nuevamente a sus fanaticadas con más de dos horas de risa y diversión.Una nueva versión de "El bello y la bestia", espectáculo que hace algunos meses gozara del favor del público, se presentó a casa llena el pasado fin de semana en el Centro de Bellas Artes Ángel O. Berríos en Caguas.
Al entrar a la sala, una cámara indiscreta persigue al público intentando calentar la audiencia antes del espectáculo. El recurso permite que los comediantes sean recibidos por una audiencia eufórica que al parecer ya conocen la dinámica del show de variedades cómicas.
Arrieta abre "El bello y la bestia: De aquí hasta las crijmaj", con "Andresito", el avispado personaje de niño travieso y sumamente curioso. Renglón seguido, "El Bebé"‚ de Luis Raúl intenta explicar los misterios de la vida con una peculiar escena del nacimiento. A partir de este momento se retoma el formato impuesto en su versión anterior.
La noticia de actualidad vuelve a ser uno de los platos principales de la velada. A manera de comentaristas noticiosos, integran la elaboración de parodias musicales y de comerciales, imitaciones e improvisación junto al público. Desfilan por el escenario Mark y J Lo, Pedro Queselló, Monchy y Alexandra, Tito Trinidad y hasta Andrea Bocelli, entre otros. Los problemas con la leche y la agricultura, el vídeo pornográfico de la cantante Noelia y la realidad política del país, son solo algunos de los temas de los que echan mano con mordacidad ambos comediantes. "Tito Párpados"‚ y "El Primo"‚ supieron aderezar con chispa la primera parte del show.
Durante la segunda mitad del evento cada histrión prueba sus dotes como monologuista cómico. Individualmente enfrentan a los presentes con temas relacionados a las celebraciones de Halloween, Acción de Gracias y Navidad. Desde críticas a la comercialización, hasta anécdotas de niñez, logran que la audiencia ría a mandíbula suelta con cada rutina de "stand-up comedy".
Una vez más, Luis Raúl prueba su capacidad de improvisar a sangre fría, mientras se ríe de sí mismo. Por su parte, Raymond se proyecta más cándido, lo que abona a un estilo más comedido, pero igual de efectivo. Arrieta posee una voz privilegiada. Más allá de su capacidad para imitar, iguala el talento de los cantantes consagrados que representa.
El montaje está apoyado por una banda de ocho músicos y coristas, dirigidos por Luis Adorno. La escenografía, que parodia el mal gusto de los adornos de temporada, es responsabilidad de Javier Echevarría.
Tanto los que disfrutaron de la versión inicial, como los novatos la pasarán de maravilla con esta producción de Rafo Muñiz para ProLat Entertainment.

1 comentario:

Anónimo dijo...

?Luis Adorno era el "Sauce Llorón"?