Por: Javier del Valle
Existen varias formas de contar una historia. La muerte de un miembro de la familia de modo violento, puede provocar voces de ira, miedo, desasosiego o desvelo. Cuando esa vida es una llena de promesa y compromiso provoca tonos de mayor consternación, por lo inesperado o lo injusto.
La voz insomne de la pieza teatral “Fin del sueño” es amenazada por almohadas que llueven de lo alto, o brotan del suelo. El sueño se convierte en desazón. La puesta dirigida por Pedro Adorno, que se escenificó durante la pasada semana en el Teatro Victoria Espinosa en Santurce, es una angustiosa metáfora de la pérdida.
Luego que una familia pierde un hijo, joven de altas convicciones de compromiso social y humano, a manos de la policía, sus vidas se ven gobernadas por el insomnio y la pesadilla. Una madre que intenta recuperarse, un padre sumido en la negación, un hermano enajenado, una amante que busca pistas y un matador que intenta justificarse, “des-viven” en un mundo de luces filtradas por espejos y almohadas que le ahogan constantemente. Los espejos atrapan a su vez a la audiencia, en esta onírica propuesta de los grupos “Y no había luz” y “Agua, Sol y Sereno”.
La propuesta del colectivo, formula la necesidad de continuar viviendo dentro de la dificultad de hallar sanación tras una pérdida tan significativa. Los remordimientos y la búsqueda de explicaciones ante la irracionalidad humana nos atrapan en el mismo limbo a opresores y oprimidos. La estética abordada en el montaje es racional y pensada de modo meticuloso. Todo tiene explicación y justificación precisa. Luces blancas y tenues, almohadas omnipresentes, telas vaporosas, espejos indiscretos, música pertinente y sugestiva, estilos de actuación sobrios y calculados, dan pie a un trabajo de dirección lleno de sensibilidad y alto valor artístico.
El elenco está compuesto por Julio Morales, Nami Helfeld, Yari Helfeld, Yussef Soto Villarini, Pedro Iván Bonilla, Cathy Vigo, Julio Ramos e Israel Lugo, quienes además colaboraron con la dramaturgia de la pieza. La música y el diseño sonoro están a cargo de Abdiel López Torres (Polidesto) y el diseño de iluminación de Santiago (Chago) Benet.
Los grupos teatrales “Y no había luz” y “Agua, Sol y Sereno” cuentan su historia con voz propia, alejados del melodrama, el panfleto y la sensiblería. “Fin del sueño” es una puesta que se debe volver a ver, alguna vez.
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