30 mayo 2007

Crítica teatral “Tú, mi pasión”


Montaje multidisciplinario “Tú, mi pasión”
Por: Javier del Valle
Especial para EL VOCERO


Este pasado fin de semana concluyó el 48vo Festival de Teatro Puertorriqueño del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). Un homenaje a la obra del maestro Francisco Arriví se escenificó en el teatro, bautizado con el nombre.

La poesía de Arriví sirvió de motor para que la actriz Sandra Rivera diera forma al montaje multidisciplinario “Tú mi pasión”. Música, recitación, canto, actuación, baile de bomba y ballet se conjugaron en un espectáculo redondo y colmado de celebración patriótica.

El hilo conductor del espectáculo es llevado por la voz poética de Arriví en bocas del actor Pedro Orlando Torres como “El poeta” y Provi Seín como “La Musa”. Ambos lograron inyectar vida a la palabra rica en imágenes del poeta y dramaturgo. Ya al final de la presentación se unieron Sandra Rivera, Iris Martínez, Carla Alvarado, Maricarmen Avilés, Elia Enid Cadilla, Myrna Casas, Lydia Echevarría y Velda González, para interpretar “En la mano de espumas que me entregas”.

La parte musical de la velada fue la más celebrada entre el nutrido público del pasado viernes. El pas de deux entre Zulma Berríos y Armando Seda de Ballets de San Juan, en el “Cántico para un atardecer”, fue simplemente hermoso, tanto en su ejecución como en la coreografía. Otro gran regalo lo fue la majestuosa voz de la soprano Melliangee Pérez y su interpretación de “Desde el silencio que pudiera ser”.

Fue la intervención del Ballet Folklórico Areyto en “Se han esclavizado razas de cobre y ébano”, la que provocó el más cerrado de los aplausos. Su montaje del baile de bomba, está colmado de teatralidad matizada por una energía mágica que hizo delirar a los espectadores. Además sirvió de acento a uno de los temas más conocidos en la dramaturgia del padre del teatro moderno en Puerto Rico.

Esta antología de poemas presentada por Sandra Rivera y La Comedia Puertorriqueña fue una comisión del ICP para clausurar el Festival de teatro puertorriqueño. La puesta de “Tu mi pasión” contó con el diseño de escenografía de Jesús Lugo, vestuario de Gloria Sáez, Luces de Toni Fernández y dirección de Sandra Rivera.

A dos años de celebrar cincuenta ediciones del Festival de Teatro Puertorriqueño, el ICP debe considerar dar mejor trato al desarrollo de la escena nacional. Muy poco hubiera costado añadir a esta celebración anual charlas, foros, conferencias o mesas redondas para discutir temas que abonen a la calidad de los gestores del teatro en Puerto Rico. Un poco de imaginación y compromiso ayudarían a no ver el bochornoso espectáculo de salas vacías en estos festivales.

22 mayo 2007

DIVORCIARME YO? (CRITICA TEATRAL)


Luce su veteranía Raúl Carbonell
Por: Javier del Valle

Especial para EL VOCERO
(Publicada en EL VOCERO del 22 de mayo de 2007)


La experiencia del divorcio suele ser traumática y dolorosa para ambas partes. El final de cada relación embala un equipaje con excesos o carencias de variado peso. Cada caso viene cargado de alivio o de pesares. Peor es el caso cuando esa particular vivencia se repite varias veces en la vida de un ser humano.

Las vivencias del reconocido actor y dramaturgo venezolano, Orlando Urdaneta, provocan el contenido del monólogo cómico “Divorciarme yo” que estrenara el pasado viernes en el Teatro Coribantes de Hato Rey. Raúl Carbonell, hijo, protagoniza la pieza que presenta las estridentes reflexiones de un hombre divorciado.

Solitario, con maleta en mano, en medio de un escenario habilitado a los cuatro costados, Carbonell intenta dar color a un simpático texto. Como esperando que resurja el momento de una nueva partida, que tantas veces le ha tocado vivir, carga con anécdotas y recuerdos gratificantes, amargos, divertidos, violentos y apacibles.

La propuesta de la directora de escena, la experimentada Alina Marrero, involucra al espectador de manera directa, convirtiendo a algunos en confidentes del “pugilateado” personaje. Mientras transcurre el ejercicio, inocentes víctimas del público deben intervenir reordenando la maleta o escuchando las frustraciones propias del desahogo.

El protagonista echa mano de sus dotes de actor y cantante para interpretar con ritmo a “Manuel” quien luego de tantos fracasos trata de evitar un nuevo desengaño. Aborda con espontaneidad y soltura la varias de las rutinas, aunque el montaje no veló por una adaptación que permitiera una ejecución tan coloquial como lo exige este tipo de monólogo. Parecía en ocasiones que la sintaxis obedecía más a un texto para ser leído, que para ser dicho. A pesar de esto, la velada es una para ser disfrutada, sobretodo gracias a la veteranía y maña del intérprete.

La producción de Raúl Méndez cuenta con el diseño de luces de Alberto Segarra, utilería de Luís J. López y maquillaje de Marta Núñez.

“Divorciarme yo” continúa el próximo fin de semana en el Teatro Coribantes de Hato Rey. Tanto los que han pasado la terrible experiencia de una separación, como los que celebran las virtudes del matrimonio, disfrutarán de este espectáculo por uno de los artistas más completos de nuestro escenario nacional .

13 mayo 2007

CRITICA TEATRAL


"E PLURIBUS UNUM"
Por Javier del Valle
Especial para El Vocero

Desde los años de España, a los puertorriqueños nos ha tocado defender causas ajenas. Los conflictos bélicos de las metrópolis se llevan a los nuestros para que, en primera fila, atajen las balas destinadas a los políticos que provocan y ordenan la guerra.
Miles de voces de protesta se han levantado para denunciar la sinrazón de las repetidas hostilidades políticas y económicas entre países. Los dirigentes se agarran del patriotismo y la democracia para justificar lo que a todas luces es la defensa del bolsillo de algún poderoso. Nuestra literatura nacional ha utilizado su voz para denunciar la participación boricua en distintos escenarios de guerra.
Durante el pasado fin de semana, continuó la celebración del 48 Festival de Teatro Puertorriqueño del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), en el Teatro Francisco Arriví de Santurce. “E Pluribus Unum”, drama de Carlos Acevedo sobre los puertorriqueños en Irak, estrenó luego de ser merecedor del segundo lugar en el certamen anual de dramaturgia del ICP.
La pieza protagonizada por Acevedo incluye a Walter Rodríguez, Samuel Molina, Georgina Borri, Gilda Haddock, Yeimyl Rivera y Ángel González entre otros. La trama retrata un aspecto del objetor o llamado desertor. Un soldado boricua regresa del servicio militar en Irak y decide no regresar a completar su término. El autor lo ubica en el seno de una familia identificada con la estadidad y ciega defensora de la nación norteamericana. Luego de apoyar la causa militar, el joven sargento “Néstor Mellado” se percata de la realidad del conflicto petrolero y decide no volver al campo de batalla.
El desarrollo del texto tiende a caer en una serie de contradicciones e inconsistencia de los personajes. “Susana” (Haddock), la madre religiosa, no quiere que si hijo se vaya a Irak, luego le apoya en su deseo de no regresar y termina pidiéndole que regrese a pelear por evitar las habladurías. Igualmente “Ignacio” (Walter Rodríguez), el padre, se mantiene en un sube y baja de emociones, que si bien es válido, necesita hacerse de manera medida para no anticipar efectos en el desenlace.
Algunas de las acciones del soldado en el frente de batalla atentan con debilitar la tesis de la objeción por conciencia. La conciencia del joven no titubeó cuando se enlistó y estuvo activo por casi ocho años en la reserva militar. No le tembló el pulso cuando asesinó a sangre fría a un anciano solitario. Solo cuando sintió miedo de perder la vida en medio del conflicto vio las atrocidades de la guerra.
El enfoque publicitario te vende un drama distinto al real. “Nelson Mellado”, mas allá de ser un objetor por conciencia, es un ser que abre los ojos, al vivir el esperpento de a flor de piel. Desde esa perspectiva es un gran drama, lleno de honestidad y entereza intelectual que redime al protagonista.
Vale destacar las actuaciones de Yeimyl Rivera y Ángel González, quienes impartieron verdad y frescura a “Susan” y a “Pito”.
Esta producción de Dramarama, Inc. contó con la dirección de Pedro Rodiz, luces de Evarlyn Torres, escenografía de Rodiz y Acevedo, utilería de Ammy y el maquillaje de José Cáceres.

MEDIOS